miércoles, 7 de septiembre de 2011

La camiseta del Barca

El domingo pasado tuvimos una comida de la cuadrilla en Otarre. Os podeís imaginar, niños, gritos, jaleo y planes…muchos planes. Ya sabeís lo que ocurre en todos los setiembres. El nuevo curso, los profesores, los grupos, la musika eskola, el inglés, el dibujo, el gimnasio, la puesta a punto…y el partido de la Real contra el Barca. Una vez decido que iríamos los padres (en masculino) con los hijos (también en masculino). Esto también da para un artículo. Uno de ellos preguntó, ¿no llevaréis a vuestro hijo con la camiseta del Barca a Anoeta, verdad? Y empezaron las respuestas y preguntas para todos los gustos. Otro dijo ¿Por qué no, si lo elige él? Pero, ¿qué va a elegir un niño de 6 años?, el mío irá con el de la Real y punto-contesto otro. Pero si le gusta Messi, ¿por qué va ir con el de la Real? -decía otro. Y si te pide la del Madrid o la de la española, ¿también le vas a decir que sí? – dijo otra. Silencio… Tampoco es cuestión de mezclar el futbol con la política- respondió el otro. Silencio…Aquí tenemos otro artículo. Messi y el Barca siempre ganan- respondieron otros dos- es por ello por lo que a los niños les gusta el Barca. Despúes de media hora de animada discusión la conclusión mayoritaria fue la siguiente: siendo de Azkoitia, a Anoeta no se puede ir con la camiseta del Barca. Somos lo que somos. Pero, como veis, antes de llegar a la conclusión razonada afloraron los sentimientos, los colores, los valores y las percepciones, que son los importantes y sobre los cuales se va construyendo el país. Como bien me decía ayer otro amigo que no pudo participar en la discusión pero ayer nos daba su opinión por mail hay que ir sin duda a Anoeta con la camiseta de la Real. Añadía que los niños siempre tienen una actitud natural a favor del ganador para decir que siempre ganan pero que hay que inculcarles que tenemos que trabajar a favor de lo que llevamos en el corazón. Porque a pesar de que pierda muchas veces enson los nuestros y no los podemos dejar tirado a la primera de cambio ni por Messi y por ningún otro. Seguía diciendo que si les acostumbramos siempre a ganar vamos a generar en ellos unas frustraciones exageradas, difíciles de gestionar, porque en la vida al igual que en el futbol no siempre se gana. Al contrario, si nuestro pequeño y humilde equipo gana una vez, en este caso la Real, la alegría que sentirán nuestros hijos nunca lo sentirá un seguidor del Barca. Todavía me acuerdo de aquellas dos ligas de la Real, de Arconada, Zelaieta, Diego, Kortabarria, Idigoras, Satrustegi, Zamora, Lopez Ufarte…Es verdad que a uno no siendo muy futbolero aquella época le marcó. Tengamos una cosa clara, terminaba, eduquemos sobre todo y ante todo unos niños alegres. Es verdad, unos niños que sientan lo que son, de donde son y sean felices con las cosas pequeñas de la vida. ¿Cómo lo hacemos? Ahí está la pregunta. Fórmulas mágicas no existen pero como bien dice Elsa Punset en su libro “Brújula para navegantes emocionales” hay que educarles desde el ejemplo. Los niños hacen lo que ven y sobre todo lo que ven en casa, a su madre, a su padre y a sus hermanos mayores. Les cuesta mucho más hacer lo que no ven y más aún hacer algo que no nos lo ven hacer. Aquí está nuestra responsabilidad pero para ello hay que estar con ellos, estar, estar y estar y estar con calidad. Y escucharles, escucharles también con calidad. No es ‑­ sólo cuestión de tiempo. La falta de tiempo puede llegar a ser excusa. Lo es sobre todo de actitud. Porque por algo tenemos dos orejas y una sola boca. Para escuchar más y hablar menos. Eso, eso…escuchar! Buen inicio de curso…y aupa la Real!

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