jueves, 5 de mayo de 2011

El pasotismo, un mal que sale caro














Stéphane Hessel, miembro de la Resistencia francesa y superviviente de Buchenwald: “Vivimos en una interconectividad como no ha existido jamás. Pero en este mundo hay cosas insoportables. Para verlo, debemos observar bien, buscar. Yo les digo a los jóvenes: buscad un poco, encontraréis. La peor actitud es la indiferencia, decir “paso de todo, ya me las apaño”. Si os comportáis así, perdéis uno de los componentes esenciales que forman al hombre: Uno de los componentes indispensables: la facultad de indignación y el compromiso que la sigue”.

No nos podemos permitir tener una sociedad entumecida porque si bien todos los tiempos han sido exigentes, el siglo XXI nos coloca ante retos jamás conocidos. Vivimos en un mundo globalizado en constante movimiento. Vamos subiendo y bajando en nuestra montaña rusa, mientras la emoción momentánea y la velocidad hacen imposible que miremos a nuestro alrededor.
Tenemos que mantenernos con los ojos abiertos para hacer de este mundo un espacio más justo y solidario, un mundo en el que actuemos de un modo más ético, más activo, más profundo, un mundo en el que damos prioridad a los valores humanos como el esfuerzo, el saber hacer, el emprendizaje o el voluntariado.

Con ese fin, hemos creado la Escuela de Valores. Una iniciativa que algo tiene que ver con el grito de “¡Indignaos!” de Hessel. Un proyecto social que responde a una preocupación, a un malestar, a unas ganas de cambiar las cosas.

Ayer presentamos oficialmente la Escuela de Valores, impulsada por los Jesuitas de Loiola, el Instituto de Estudios del siglo XVIII Xavier María de Munibe, Forum Azkoitia y la Fundación Loiola Berrikuntza. Echará a andar con un ciclo de conferencias que inaugurará mañana el presidente de Confebask, Miguel Lazpiur. Le seguirá el catedrático en obstetricia y ginecología, Santiago Deseux y el punto final lo pondrá el obispo emérito José María Setién.

Estáis invitados.

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