martes, 15 de febrero de 2011

Ongi-etorri!

Esto es como ver un partido de fútbol en 3D. Estás dentro del césped, alerta, es a ti a quien Iniesta te pasa el balón, estás a punto de chutar… te concentras, das un cabezazo y ¡gol!. En un momento de despiste, casi me subo la camiseta y me acuerdo de la familia entera, olvidándome de que me pueden multar. Así es como vivimos el nuevo escenario político.El balón empieza a rodar. El balón lo tienen los otros. Otros que quieren integrarse en nuestro equipo tras aceptar las reglas de juego. Sí. El primer tiempo ha pasado. Dejando lesionados a unos. Con tarjeta roja a otros. Parte del público llora. Otros mantienen la esperanza de remontar en la segunda parte. Todos estamos cansados. Pero tras el descanso, reaparecen las fuerzas. Cambian las caras. El entrenador cambia fichajes. Al público le ha sentado bien el bocata del descanso. El reloj se pone a cero. Todos juntos empezamos a disfrutar del partido. Rivales en el campo, compañeros fuera del campo. Hay que ganar. Hemos perdido demasiados partidos. Tenemos una oportunidad. Tardía. Pero, como digo, la historia ni empieza ni acaba con uno. Aunque no puedo evitar algunas preguntas: esos veteranos del fútbol que añoran jugar y han cogido el balón, ¿visitarán a los que lesionaron?, ¿celebrarán goles junto con los que han protagonizado las peores patadas?, ¿se conformarán algunos sin boicotear nada en los vestuarios?, ¿jugará el partido del 22 de mayo?...
La izquierda abertzale se ha puesto la camiseta de los demócratas. Y hasta corbata.
Eutsi horri. Ongi-etorriak!

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