Estoy volviendo de un viaje relámpago a Múnich, Baviera. No digo Alemania porque tal como nos comenta el viejo profesor que nos ha guiado a lo largo de la visita a diferentes plantas de gestión de residuos, Alemania no deja de ser más que la provincia del Estado Libre Asociado de Baviera. El derecho a decidir está completamente aceptado en el centro de Europa. Los bávaros son parte de Alemania porque libremente lo quieren ser, ni más ni menos, por pura practicidad, como todo en este rico länder, el 27% del PIB alemán por cierto, pero teniendo siempre claro que son ellos quienes deciden, por algo son bávaros, un pueblo con una identidad muy marcada.
A partir de ahí tenemos todo por aprender. Tenemos que mirar más a Europa, a este pueblo que se sitúa en la ladera norte de los Alpes, en la euroregión más rica de Europa junto a Austria y el Norte de Italia. Cuna de empresas como Audi, BMW o Siemens. Empresas de altísimo valor añadido que junto a una
excelente red de centros de FP, Universidades, Centros Tecnológicos y empresas, ya salidos de la crisis y con un paro del 2,8 %. Ahí tenemos un gran ejemplo donde mirar, sin alardes ni grandes escaparates pero con un trabajo diario práctico, eficaz y eficiente. A lo bávaro y también a lo vasco.
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