viernes, 8 de octubre de 2010

Luis Iriondo


Ez gara konturatzen nori zer zor diogun. Azkoitian, Antonio Oteiza Fundazioak Luis Iriondo omendu du II. Ekintzailearen Sariarekin. Bazen garaia, bai. Egia. Ekintzaile izaera ez dugu lotu ohi kulturarekin. Enpresarekin, berrikuntzarekin eta ekonomiarekin baizik. Eta ekintzailea behar du gero izan Iriondok egin dituenak egiteko! Aktore lanetan eskarmentu handia izateaz gain, Jose Antonio Ardanza eta Karlos Garaikoetxea lehendakarien aholkulari eta ETBko lehen zuzendaria izan da. Azkoitiarrok, Fundazioa tarteko, Iriondori egindako omenaldiarekin justizia egin dugu. Justizia egin dugu Iriondo humanoa, ilustratua, abentura zalea eta herri maittea delako. Baina baita ETBko txoria hegan jarri zuelako ere, besteak beste, omenaldian elkartu ziren Jose Mari Iriondo eta Ramon Labaien bezalako jendearekin batera. Gogoan dut hasieran zer arraroa egiten zitzaigun sasoi bateko Dallas telesailean J.R. euskaraz entzutea. Ba hori posible egin zutenekin zorretan gaude euskaldunok, eta horregatik diot justiziazkoa dela Iriondori egindako aitortza. Are eta gehiago, euskararen eta euskal kulturaren aldeko militantzia galbidean dagoenean. Horri heldu beharra daukagu, ez delako sekula berandu. Zer gara ba bestela? Zer geratzen zaigu? Beti esan ohi dudan bezala, sustrai sendoak izan behar ditugu eta hori da gure herriak ematen diguna, baina baita hosto irekiak ere, mundura zabalduak. Horrelakoxea izan da Iriondo. Beti han hemenka bueltaka. Baina beti azkoitiarra. Eta irekia. 



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jueves, 7 de octubre de 2010

Lo hecho y lo dicho

En un pleno de Política General los papeles de cada uno se conocen de antemano. No hay margen para la sorpresa. La oposición critica al Gobierno y éste trata de rendir cuentas mostrando datos y hechos. No hay más. Son como los partidos de fútbol, con cronómetro, aunque con un público menos eufórico y más ansioso por los goles verbales. En cualquier caso, los ingredientes de los discursos fueron la identidad, la evolución de la izquierda abertzale y su participación en las instituciones, las infraestructuras viarias, el puerto de Pasajes, los Servicios Sociales y, cómo no, la dichosa crisis y el apoyo a empresas, que queramos o no, son las que nos dan trabajo y nos proporcionan un sueldo. Vivimos en un país con grandes potencialidades y muchas debilidades. Ante problemas como el envejecimiento de la población y las consecuencias que ello acarrea, por ejemplo, en nuestros Servicios Sociales, estamos condenados a llegar a un acuerdo y a asumir entre todos los costes tanto sociales como políticos, si queremos una gestión responsable de nuestros recursos. Las instituciones no tienen una fuente inagotable de ingresos.

Ya lo dije. Hay mucho por hacer pero es innegable que otras muchas se han hecho, y bien. Por ejemplo, la Diputación se anticipó a la situación de crisis ya en el verano de 2008 con el Plan de Aceleración Económica diseñada junto al Gobierno Vasco y los entes forales de Araba y Bizkaia. Acto seguido puso en marcha el Plan Anticrisis. ¿Cómo se puede decir que Markel Olano cierra los ojos ante la pobreza? Se han destinado 40 millones de euros para la inversión pública y 14 millones más se han destinado a personas desempleadas y en riesgo de exclusión social. Además se han contratado 181 jóvenes para trabajar en temas de innovación y se han aprobado 42 proyectos orientados a la mejora de la competitividad. Los datos siempre son fríos, pero detrás siempre hay personas que son las que componen nuestro capital humano. ¿Porqué algunos hablan del mercado alemán obviando la responsabilidad con la que actúan los sindicatos alemanes o el sistema de pensiones o la flexibilidad laboral que tienen? En Gipuzkoa, los EREs se han reducido un 40%, lo que demuestra que se ha realizado un esfuerzo desmesurado en el mantenimiento del empleo. Las empresas son nuestro motor, por lo que trabajando codo a codo con ellas se ayuda a los ciudadanos, ya que se trata primero de crear riqueza para después redistribuirla de forma justa. No hay justicia social en la pobreza, en lo que, sin duda, se traduce en creación de empleo o en el mantenimiento del mismo. La receta del futuro tiene que ser la reactivación económica del tejido productivo guipuzcoano para que vaya generando más y mejor empleo. No hay mejor política social.

En cuanto a las infraestructuras, si otros hubieran trabajado y gestionado como lo ha hecho esta Diputación, a estas alturas las obras estarían iniciadas. Es un motor económico fundamental pero los intereses de unos y otros hacen que estemos perdiendo el tiempo. Por supuesto, que hay mucho que hacer, pero en esta legislatura se han encauzado problemas históricos de gestión, como es el tema de los residuos. Que cada Ayuntamiento defina cuál va a ser su sistema de recogida, pero el final está canalizado, y por decisión de una amplia mayoría. Otro paso decisivo ha sido la apertura de la AP-1 y del segundo cinturón, así como la tarjeta única para el transporte público para conectar mejor las comarcas.

Y todo ello se ha hecho en base a un liderazgo compartido en el que creemos y gracias a la colaboración público-privada encarnada en Gipuzkoa Aurrera. La sociedad ya no está dispuesta a perdonar un boicot a proyectos que salvaguarden su bienestar. Por eso, tenemos que ponernos de acuerdo. Y cuantos más seamos, mejor. Sin utopías. Por que la gestión exige bajar a la realidad.

Beti aurrera. Los vascos nos merecemos siempre una oportunidad. Y para que tengamos una oportunidad definitiva para la paz es fundamental el cese definitivo de la violencia por parte de ETA. Aunque la sociedad sea escéptica, con menos palabras, más hechos y mucha cocina hay que dar una oportunidad a la paz. Para ello, hay que dar caude a la izquierda abertzale siempre y cuando haya una disociación manifiesta respecto a ETA y hace falta también acabar con la política de frentes de PSOE y PP. Nosotros apostamos por una nueva cultura política basada en la libertad y en el respeto a la pluralidad de la sociedad vasca en un marco en el que se respete nuestra identidad, porque aquí no hay dos millones y medio de identidades como quiere hacer creer nuestro Lehendakari.

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